Las Cuevas de La Villa representan un fascinante laberinto subterráneo que yace bajo el casco antiguo de Requena, conocido como el barrio de La Villa. Este complejo sistema de cavidades, mayoritariamente artificiales, es un testimonio palpable de la ingeniosidad y las necesidades de sus antiguos habitantes, ofreciendo hoy día una ventana única a la historia subterránea de la ciudad.
La génesis de estas cuevas se remonta a la época musulmana, aproximadamente en los siglos XII y XIII. Sin embargo, su origen parece ser incluso anterior, ya que algunas fuentes sugieren un uso y excavación desde la Primera Edad del Hierro (siglo VII a.C.), con continuidad en la época romana. Esto indica que el subsuelo de Requena ha sido explotado y adaptado por sus pobladores durante milenios.
Inicialmente, estas excavaciones sirvieron para múltiples propósitos esenciales para la vida cotidiana de la comunidad que habitaba en la superficie:
Almacenamiento de alimentos: Dada la naturaleza agrícola de la región, las cuevas ofrecían un ambiente fresco y constante, ideal para la conservación de productos como cereales y, muy notablemente, el vino, una tradición arraigada en Requena.
Bodegas: La temperatura y humedad estables las hacían perfectas para la crianza y el añejamiento del vino.
Silos: Se usaban para guardar grano y otros productos agrícolas.
Despensas: Funcionaban como grandes despensas comunales o privadas.
Refugio: En tiempos de conflicto, las cuevas también servían como refugio para la población, protegiéndola de ataques y asedios.
Abastecimiento de agua: Algunas cuevas tenían pozos o estaban conectadas a sistemas de aljibes, garantizando el suministro de agua.
La densa concentración de estas cavidades bajo las casas del barrio medieval de La Villa subraya su importancia estratégica para la supervivencia y prosperidad de sus habitantes a lo largo de los siglos. Se estima que hay un número considerable de ellas, interconectadas en algunos puntos.
Las Cuevas de La Villa no son formaciones naturales, sino que son resultado de la excavación manual en el subsuelo arcilloso y limoso de la zona. Se caracterizan por:
Diversidad de formas: Presentan formas variadas, desde grandes salas abovedadas hasta pasadizos estrechos y galerías.
Interconexión: Aunque cada cueva era propiedad de la casa superior, en muchos casos estaban interconectadas, formando una red subterránea compleja. Esta característica permitía a los habitantes moverse por debajo de las calles, lo que era especialmente útil en situaciones de peligro.
Aljibes y pozos: Es común encontrar restos de antiguos pozos y aljibes que recogían el agua de lluvia, vital para el abastecimiento.
Ventilación y temperatura: Gracias a su diseño subterráneo, mantienen una temperatura y humedad relativamente constantes durante todo el año, lo que fue clave para su uso como bodegas y almacenes.
Actualmente, varias de estas cuevas han sido restauradas y acondicionadas para la visita turística, convirtiéndose en uno de los principales atractivos de Requena. Las Cuevas de La Villa son parte integral del recorrido por el Centro de Interpretación del Barrio de La Villa, ofreciendo una experiencia inmersiva.
Los visitantes pueden descender a las profundidades del subsuelo requenense y explorar este fascinante laberinto. A lo largo del recorrido, se explica su historia, las técnicas de excavación utilizadas y las diversas funciones que desempeñaron. La iluminación y los elementos explicativos ayudan a comprender la vida cotidiana de antaño y la importancia de estos espacios subterráneos para la comunidad.
La visita a las cuevas no solo es un viaje arquitectónico, sino también una inmersión en la cultura y la economía de Requena, especialmente ligada a la vitivinicultura. Permite apreciar cómo la vida en la superficie estaba intrínsecamente conectada con el mundo subterráneo.
Las Cuevas de La Villa son un elemento crucial del patrimonio histórico y cultural de Requena. Su singularidad radica no solo en su antigüedad y extensión, sino también en el testimonio que ofrecen sobre la adaptación humana al entorno y la utilización de los recursos naturales.
Forman parte del conjunto histórico-artístico del barrio de La Villa, que está protegido. Su conservación y puesta en valor contribuyen significativamente a la comprensión de la evolución urbana y social de Requena, convirtiéndolas en un recurso turístico y educativo de primer orden.